España, con más de 277.000 bares y restaurantes, uno por cada 175 habitantes, encuentra en la gastronomía un mar de posibilidades, una mina de la cual sacar mucho provecho. Descubre trucos para darle valor a tu marca. ¿Te vienes al bar?

“Caña, ¡aquí!”. Pasándoselo pipa y desconectando, España se va de copas y tapea. Por cuestiones sociales y humanas – las cuales determinan la idiosincrasia de este país –, España tiene una cultura de bar muy firme. El delicioso hecho de saciar la sed y el hambre se convierte en una razón más que suficiente para sobrepoblar los bares, donde se ‘mata’ el rato, se disfruta del tiempo libre y se interactúa. A la postre, se socializa.

De hecho, un estudio de 2016, llevado a cabo por la Asociación para la Investigación de Medios de Comunicación (AIMC), revela que las españolas y los españoles permanecen 45 minutos de media en un bar, ¡diariamente! España se apunta a una costumbre muy suya: hacer vida en los bares.

Atención porque conceptos como “bares cerca de mí”, “bar cerca” o “bar abierto 24 horas” se hallan en los principales motores de búsqueda local. Es más que habitual ese acercamiento de España y sus gentes al bar: costumbre y tradición. Otro ejemplo práctico, el usuario suele buscar “bares donde ver fútbol cerca de mí”.

El idilio que no cesa. Es un amor verdadero. Para que te hagas una idea, en 2020, España contaba con más de 277.000 establecimientos de hostelería, uno por cada 175 habitantes, ¡todo un récord! El tiempo es oro y España decide invertir mucho de este en bares y restaurantes. La hostelería debe aprovechar ese vínculo afectivo. Sin embargo, ¿cómo promocionar que sirves la mejor tortilla de patatas del Mundo?, ¿cómo difundir que tiras las mejores cañas del municipio? Estas cuestiones son trascendentales e invitan a plantearse el hecho de vender un buen servicio.

Y hoy, ¿dónde echamos el vermú? ¿Qué sitio escogemos para picotear, tapear, comer o cenar? Descúbrelo tú mismo.

La pizarrita

Guiño de ojo a la vieja escuela. A pie de calle, uno de los primeros recursos se encuentra en la redacción de mensajes transcritos en una de las bazas de los hosteleros, la pizarrita hallada en la entrada. Un primer impacto visual estimula los sentidos: da qué pensar, fabrica sonrisas y capta la atención del público (la meta que persigue la hostelería). Fíjate en el mensaje de esta pizarra, “no tenemos Wifi, pero hay cerveza, que hace la comunicación más fácil”. Mírate, ¿a qué estás sonriendo? Hey, ya has dado un buen primer paso.

Wifi gratis

Lo gratis siempre seduce. Recogemos el guante de lo descrito anteriormente, el acceso libre a Internet en los bares y restaurantes. Resulta súper importante. Un acceso restringido a la red podría limitar la presencia de clientes. Y si no, hazte la siguiente pregunta, ¿cuántas veces has escuchado lo de “cuál es la contraseña del Wifi?”. En la era de la digitalización y la conexión globalizada, se ha de procurar disponer de buena señal en los establecimientos.

Seducción en las redes sociales

El poder de la seducción. La buena gestión de las redes sociales – las plataformas por excelencia de este nuevo siglo – permitirá entrar por los ojos, como un plato bien presentado. Dándole un buen uso a tus redes, propicia que se enamoren de ti, de tu producto, del espacio o del servicio brindado. Juega, narra, cuenta una historia, pinta y colorea tus publicaciones. Emplea un lenguaje cercano y amable. Huye del sujeto, verbo y predicado. Elabora, crea y deja volar la imaginación.

Una imagen vale más que mil palabras. Acerca el sabor que quieres trasladar mediante una fotografía o un vídeo, ¡qué el usuario se desplace al lugar de los hechos con solo echarle un vistazo a la historia o al post publicado.

Interactúa con el cliente

Las malas artes… Una reseña negativa en Tripadvisor, por ejemplo, desbarajusta cualquier plan. Permítete el lujo de desmontar los falsos mitos, dando razones y explicaciones objetivas para así salir al paso de una crítica. Respóndele al cliente con una pizca de gracia y educación. Ante una crítica constructiva, construye una buena respuesta. No dejes de atender nunca al usuario.

Aprovecha esta bonita oportunidad: abraza al usuario – con el tiempo puede acabar convirtiéndose en un buen cliente –, regalándole escenas que no esté acostumbrado a ver, como la elaboración de un plato. Dale al play, sal a la calle y monta una historia alrededor de tu producto y servicio. En general, comparte qué haces.

Otra fórmula perfecta para socializar con el cliente reside en naturalizar y formalizar los sorteos, descuentos, packs, promociones y esas cenas para dos – ya sabes –. Casi seguro que suben los likes y se ve aumentado el feedback con unos usuarios que deben acabar frecuentado tu establecimiento.  

Posicionamiento – SEO

Encuentra las palabras adecuadas a partir del SEO. ¿Sabes que ciertas palabras posicionarán más y mejor a tu bar o restaurante? Busca y persigue los conceptos clave, aquellos que permitirán situarte en la pole durante la actividad de búsqueda. La página web y el blog son las llaves maestras que abren la puerta de un posicionamiento óptimo.

Branding

Terapia de choque. A veces, una mala crítica da alas. Sácale partido a un comentario fuera de tono. Dale la vuelta y llévatelo a tu terreno. Tu respuesta se podría viralizar. Eso te daría reputación y visibilidad.

Y si no, pregúntate cómo afecta positivamente la visita de Alberto Chicote a un bar o restaurante. ¿Cuántas veces has buscado un espacio que ha aparecido en ‘Pesadilla en la Cocina’? Con esa aparición sonada, directamente se está cocinado a fuego lento el inicio de una marca a la que hay que darle valor, ¿no crees? Te contamos cómo:  

• Estructuración de un discurso y una narración ordenada, con sentido, de puertas hacia afuera.
• Fija una estrategia de marketing y comunicación: logo, estética, rasgos particulares que diferencian tu negocio del resto.
• ¿Cómo viste tu personal? Observa esto, “lo posible lo hacemos al momento, para los milagros nos estamos preparando”. Es un ejemplo de merchandising de los camareros de un establecimiento catalán, cerca de la playa.  

Por cierto, en relación con lo que ha de acabar siendo tu marca, divulga esta trío tan famoso y conocido: bueno, bonito y barato. ¡Funciona!

Después del café, el chupito y antes de ir concluyendo este artículo, pregúntate y cuestiónate lo siguiente:

• ¿Qué experiencia le harás vivir al cliente?
• ¿Ya le sacas partido suficiente a la grandeza de la idea ‘cocina mediterránea’?
• ¿Cómo es tu producto y qué lo hace diferente al resto?
• ¿Cómo es tu trato con el cliente? ¿Es cercano?, ¿formal?, ¿convencional?

Newsletter

¿Algo que contar? Con el consentimiento de tu cliente, siempre puedes mantenerle al tanto de novedades, ofertas o promociones, entre otros ejemplos, a través de un boletín online (newsletter) al que le has de dar forma y estilo.